Catequesis para la confirmación – Capítulo 2

Catequesis para la confirmación – Capítulo 2


Para poder hablar a los demás de Jesús, es necesario conocerlo y conocer su doctrina.

Por eso, la catequesis y la formación cristiana es muy importante. No podemos hablar de algo que no conocemos porque nos inventaríamos la mitad de las cosas por desconocimiento. Si tenemos desconocimiento sobre algún tema, lo mejor es decirlo con humildad y formarnos con la ayuda de algún catequista o sacerdote.

Lo primero que tenemos que tener claro es que, para hacer la voluntad de Dios, es necesario conocer los mandamientos de la ley de Dios. Como ya aprendimos en la catequesis de la primera Comunión, los mandamiento de la ley de Dios son los siguientes:

  • El primero:  Amarás a Dios sobre todas las cosas
  • El segundo: No tomarás el nombre de Dios en vano
  • El tercero: Santificarás las fiestas
  • El cuarto: Honrarás a tu padre y a tu madre
  • El quinto: No matarás
  • El sexto: No cometerás actos impuros
  • El séptimo: No robarás
  • El octavo: No dirás falso testimonio ni mentirás
  • El noveno: No consentirás pensamientos ni deseos impuros
  • El décimo: No codiciarás los bienes ajenos

«Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley?».
Jesús le respondió:

«Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.»

«Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero:»

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

«De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas».

(Mateo 22:34-40)


Es importante saber cuales son los mandamientos de la ley de Dios y repasarlos frecuentemente, por ejemplo, al final del día haciendo un examen de conciencia, identificando aquello que debemos mejorar y poniendo propósitos de mejora para el día siguiente.

También tenemos que conocer los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia.

Además de los Mandamientos de la Ley de Dios, tenemos que tener en cuenta los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia, son los siguientes:

  • El primero: Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar
  • El segundo: Confesar los pecados mortales al menos una vez al año y en peligro de muerte si se ha de comulgar
  • El tercero: Comulgar por Pascua de Resurrección
  • El cuarto: Ayudar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia
  • El quinto: Ayudar a la iglesia en sus necesidades

Los católicos tenemos la obligación de ayudar y cuidar mucho a la Iglesia de Jesucristo y tener un espíritu de servicio hacia ella con mucha humildad y cariño. Defenderla porque es la casa de nuestro Padre que está en los Cielos y por lo tanto nuestra casa también.

Los Mandamientos de la Ley de Dios y los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia tienen que ser las leyes que rijan nuestra vida cristina y católica.

Después, esos mandamientos, los vamos a decorar y hacer más bonitos desarrollando las virtudes cristianas y los dones del Espíritu Santo. Sabiendo, además, que estamos bajo los rayos de la Divina Misericordia de Jesús, que nos ilumina, nos abraza y nos perdona. No juzguemos a los demás simplemente porque pecan de forma diferente a nosotros. Todos somos pecadores.

Cambia la palabra juzgar o criticar por ayudar, entender, enseñar y corregir.